«El pueblo ha votado una cosa y la Ley ha decidido otra». Con esta frase resumió el coordinador regional de IU, Cayo Lara, el resultado de las últimas elecciones generales. Por este motivo, el Grupo de izquierdas no quiso felicitar a los ganadores de un juego en el que no todos los contendientes luchan con los mismos criterios. Así, IU ha necesitado más de 300.000 votos para conseguir cada diputado frente a los apenas 60.000 o 70.000 de otros partidos como CIU.Lara lamentó la bajada de votos en todas las provincias de la región, donde se aprecia un descenso, eso sí, inferior al experimentado en el resto del país, aunque esto no consoló a los líderes de IU. No obstante, ayer volvieron a mostrar que una «Ley injusta» no va a acabar con las ganas de Izquierda Unida de seguir trabajando en políticas de izquierdas que mermen las dificultades en todos los sentidos que sufren los más desfavorecidos.Lara agradeció la confianza de la población en su Partido, a pesar de que «el viento venga de cara» y también de los afiliados y simpatizantes que, de forma desinteresada, han estado trabajando durante la campaña, así como la cobertura recibida por los medios de comunicación.Según el coordinador regional, los resultados no son democráticos, paradójicamente, e incumplen la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que habla de la igualdad de todas las personas ante la Ley, una normativa que es más que posible que propicie un pacto entre PSOE y CIU y, por tanto, una menor «vertebración territorial».En este sentido, «si la Ley hubiera sido justa, se podría haber logrado un pacto PSOE-IU de izquierdas, para hacer políticas de izquierdas».Lara tampoco quiso dejar de mencionar que el ‘efecto Bono’ no ha sido el esperado, y lo tildó de «batacazo».El candidato al Congreso, Manuel Fuentes, por su parte, comentó que los resultados demuestran un «bipartidismo» existente en el país, una circunstancia que, a su juicio, tendría que terminar ya. Sin embargo, «vamos a seguir trabajando para hacer oír nuestro mensaje». De esta forma, «nos quedan cuatro años para demostrar que IU sigue viva y también que hay que cambiar la Ley porque con un millón de votos logramos menos diputados que otros grupos con muchos menos».Asimismo, el también alcalde de Seseña aseguró que la intención de dejar al margen de la gestión política a los que no sean PP y PSOE no va a surtir su efecto en IU, que renueva sus ganas de seguir trabajando como el primer día.