Mucha gente se pregunta si estas elecciones sirven para algo. Lo cierto es que sí, en estas elecciones te juegas muchas cosas. Una buena parte de las decisiones que más te afectan se deciden ya en Europa: tus derechos laborales; la política social; la política comercial; los límites para la política económica; el marco de la política educativa, etc. Como ves, muchas cosas y todas ellas de importancia.
Esta idea la compartimos todos los partidos, pero no todos planteamos las mismas soluciones ni propuestas.
Hasta ahora, comprobamos lo de siempre: la crisis la siguen sufriendo los y las que viven de su trabajo, de un salario. La mayoría de nuestra sociedad soporta con el paro, con el agobio para llegar a fin de mes, con las expectativas frustradas, los errores que cometieron otros. Y los y las que padecemos con sufrimiento los efectos de la crisis, comprobamos como se premia con suculentos fondos públicos a los mismos que la produjeron.
Europa se encuentra, por esto, en una encrucijada: seguir la misma estrategia económica y política que nos ha llevado a esta situación u optar por un cambio hacia un nuevo modelo de desarrollo socialmente justo y ecológicamente sostenible. Tenemos la opción de continuar con las políticas que beneficien a los especuladores financieros e inmobiliarios o votar por los derechos de la mayoría de la sociedad, de las personas asalariadas, autónomas, pequeñas empresarias, estudiantes y jubiladas, de las personas que viven de su trabajo y de su esfuerzo.
En esta disyuntiva, ha habido hasta ahora pocas diferencias de contenido entre el PSOE y el PP. Ambos partidos han defendido y siguen defendiendo la Estrategia de Lisboa que se basa en la privatización de los recursos públicos y la flexibilidad laboral, y un mismo candidato para presidir la Unión Europea , el Sr. Durao Barroso.
Desde la izquierda alternativa nunca hemos entendido esta subordinación cómplice de los socialistas europeos con una política ajena a nuestras tradiciones y tan lesiva para los intereses de la mayoría.
Estas elecciones son una oportunidad para cambiar por la izquierda estas políticas, para reprobar a los culpables, para decir que no queremos más de lo mismo y para apostar con coraje por un cambio de rumbo. Continuar con la misma política producirá los mismos errores: necesitamos una alternativa a lo existente, desde otros presupuestos, desde otros análisis, desde otras propuestas.
Queremos, por eso, compartir contigo 10 razones para pensar, con esperanza, en ese cambio de políticas y para apostar por Izquierda Unida.
10 RAZONES PARA VOTAR A IZQUIERDA UNIDA
1) Porque los que siempre han luchado con coherencia por la defensa de la mayoría social trabajadora y de sus intereses merecen tu confianza y tu voto.
2) Porque no merecen “una última oportunidad” los que siempre nos hacen lo mismo: predican con palabras de izquierda pero siempre se equivocan por la derecha.
3) Para garantizar una salida por la izquierda a la crisis económica en España, castigando las políticas conservadoras del Gobierno y las alternativas retrogradas del PP.
4) Porque el mejor modo de parar a la derecha amenazante y clasista es darle la confianza a la gente consecuente de la izquierda, que planteamos alternativas a las políticas conservadoras.
5) Porque en esta ocasión todos los votos cuentan y tienen el mismo valor.
6) Porque esta crisis ha demostrado que si se quiere se puede y nosotros y nosotras defendemos que se puede mejorar los servicios públicos, la educación, la sanidad y las políticas sociales, y que hay recursos para eso.
7) Porque las soluciones de izquierdas pasan por Europa. La salida de la crisis pasa por una Europa social y de derechos y por la intervención de la economía para impulsar un nuevo modelo de desarrollo.
8) Para democratizar la Unión Europa, convirtiendo el Parlamento Europeo en una verdadera cámara legislativa y reforzando la participación de la ciudadanía a través de referéndums vinculantes.
9) Para garantizar el acceso de todos y todas a la educación superior y parar la privatización de la universidad que se oculta tras el Proceso de Bolonia.
10) Poque, por todo esto, cuando España asuma la Presidencia de la UE en 2010, impulsaremos un Pacto por el empleo, el reparto de la riqueza, el rescate de los sectores estratégicos de la economía, la reforma fiscal progresiva y la democratización de la UE.
Esta idea la compartimos todos los partidos, pero no todos planteamos las mismas soluciones ni propuestas.
Hasta ahora, comprobamos lo de siempre: la crisis la siguen sufriendo los y las que viven de su trabajo, de un salario. La mayoría de nuestra sociedad soporta con el paro, con el agobio para llegar a fin de mes, con las expectativas frustradas, los errores que cometieron otros. Y los y las que padecemos con sufrimiento los efectos de la crisis, comprobamos como se premia con suculentos fondos públicos a los mismos que la produjeron.
Europa se encuentra, por esto, en una encrucijada: seguir la misma estrategia económica y política que nos ha llevado a esta situación u optar por un cambio hacia un nuevo modelo de desarrollo socialmente justo y ecológicamente sostenible. Tenemos la opción de continuar con las políticas que beneficien a los especuladores financieros e inmobiliarios o votar por los derechos de la mayoría de la sociedad, de las personas asalariadas, autónomas, pequeñas empresarias, estudiantes y jubiladas, de las personas que viven de su trabajo y de su esfuerzo.
En esta disyuntiva, ha habido hasta ahora pocas diferencias de contenido entre el PSOE y el PP. Ambos partidos han defendido y siguen defendiendo la Estrategia de Lisboa que se basa en la privatización de los recursos públicos y la flexibilidad laboral, y un mismo candidato para presidir la Unión Europea , el Sr. Durao Barroso.
Desde la izquierda alternativa nunca hemos entendido esta subordinación cómplice de los socialistas europeos con una política ajena a nuestras tradiciones y tan lesiva para los intereses de la mayoría.
Estas elecciones son una oportunidad para cambiar por la izquierda estas políticas, para reprobar a los culpables, para decir que no queremos más de lo mismo y para apostar con coraje por un cambio de rumbo. Continuar con la misma política producirá los mismos errores: necesitamos una alternativa a lo existente, desde otros presupuestos, desde otros análisis, desde otras propuestas.
Queremos, por eso, compartir contigo 10 razones para pensar, con esperanza, en ese cambio de políticas y para apostar por Izquierda Unida.
10 RAZONES PARA VOTAR A IZQUIERDA UNIDA
1) Porque los que siempre han luchado con coherencia por la defensa de la mayoría social trabajadora y de sus intereses merecen tu confianza y tu voto.
2) Porque no merecen “una última oportunidad” los que siempre nos hacen lo mismo: predican con palabras de izquierda pero siempre se equivocan por la derecha.
3) Para garantizar una salida por la izquierda a la crisis económica en España, castigando las políticas conservadoras del Gobierno y las alternativas retrogradas del PP.
4) Porque el mejor modo de parar a la derecha amenazante y clasista es darle la confianza a la gente consecuente de la izquierda, que planteamos alternativas a las políticas conservadoras.
5) Porque en esta ocasión todos los votos cuentan y tienen el mismo valor.
6) Porque esta crisis ha demostrado que si se quiere se puede y nosotros y nosotras defendemos que se puede mejorar los servicios públicos, la educación, la sanidad y las políticas sociales, y que hay recursos para eso.
7) Porque las soluciones de izquierdas pasan por Europa. La salida de la crisis pasa por una Europa social y de derechos y por la intervención de la economía para impulsar un nuevo modelo de desarrollo.
8) Para democratizar la Unión Europa, convirtiendo el Parlamento Europeo en una verdadera cámara legislativa y reforzando la participación de la ciudadanía a través de referéndums vinculantes.
9) Para garantizar el acceso de todos y todas a la educación superior y parar la privatización de la universidad que se oculta tras el Proceso de Bolonia.
10) Poque, por todo esto, cuando España asuma la Presidencia de la UE en 2010, impulsaremos un Pacto por el empleo, el reparto de la riqueza, el rescate de los sectores estratégicos de la economía, la reforma fiscal progresiva y la democratización de la UE.