El Coordinador regional de IU considera un agravio comparativo con las inversiones y avales para el transporte aéreo
(Albacete, 19 de marzo de 2010).
(Albacete, 19 de marzo de 2010).
Izquierda Unida en Castilla-La Mancha ha vuelto a expresar su preocupación por la situación que sigue arrastrando el ferrocarril convencional en la región, sobre todo teniendo en cuenta la deuda que se mantiene con Renfe-Operadora y que alcanza algo más de 19 millones de euros procedentes de la cobertura de los déficits de algunos servicios que se prestan por estas líneas ferroviarias.
“El gobierno regional mantiene su política de no apostar por el tren convencional y así lo han demostrado los diferentes Consejeros de Obras Públicas u Ordenación del Territorio que han sido poco amigos de firmar y renovar convenios con Renfe para mantener unos niveles básicos de este modelo de transporte”, dijo Martínez, quien apuntó que “detrás estaba su jefe político: antes Bono y ahora Barreda que son los responsables de que no exista una buena vertebración territorial que favorezca a los miles de ciudadanos para los que éste es su único medio de transporte y lo usan en sus desplazamientos por ser un medio barato, accesible y cercano”, señaló el Coordinador regional de IU.
Desde IU se cuestiona también la poca voluntad del gobierno regional para desarrollar y fomentar el transporte ferroviario convencional, para viajeros y mercancías, dejándolo morir, no cumpliendo los compromisos adquiridos en acuerdos como los del año 2001 y apostando sólo por el AVE que ha supuesto millonarias inversiones públicas y han pedido que tomen ejemplo de otras Comunidades Autónomas como Cataluña, Galicia, Asturias o Andalucía que cuentan con redes regionales de ferrocarril y han renovado sus convenios con Renfe-Operadora.
“Las decisiones sobre las infraestructuras públicas para Castilla-La Mancha deberían responder a satisfacer dos grupos de grandes necesidades. En primer lugar, mejorar la movilidad, objetivo que pueden formularse de la siguiente forma: prestar servicio al mayor número de habitantes y entidades de población, facilitar los desplazamientos regionales y, a la vez, ofrecer unos precios y tiempos de viaje aceptables para la mayoría de los ciudadanos. Y en segundo término, mejorar la economía de Castilla-La Mancha”, dijo Daniel Martínez.
“Ya que los recursos públicos son limitados, consideramos que la Junta de Comunidades debía poner más interés en las líneas de tren convencional que favorecen la vertebración y reducen la movilidad forzada, que el que pone a la hora mantener sus aportaciones para que subsista el único servicio con Barcelona que sale desde el aeropuerto civil de Albacete o para avalar con casi 100 millones para nuevos proyectos en el aeropuerto privado de Ciudad Real, que tienen unos niveles de ocupación y unos costes externos añadidos que los hacen insostenibles y poco útiles para la inmensa mayoría de los ciudadanos”, manifestó finalmente el dirigente de IU en Castilla-La Mancha.
“El gobierno regional mantiene su política de no apostar por el tren convencional y así lo han demostrado los diferentes Consejeros de Obras Públicas u Ordenación del Territorio que han sido poco amigos de firmar y renovar convenios con Renfe para mantener unos niveles básicos de este modelo de transporte”, dijo Martínez, quien apuntó que “detrás estaba su jefe político: antes Bono y ahora Barreda que son los responsables de que no exista una buena vertebración territorial que favorezca a los miles de ciudadanos para los que éste es su único medio de transporte y lo usan en sus desplazamientos por ser un medio barato, accesible y cercano”, señaló el Coordinador regional de IU.
Desde IU se cuestiona también la poca voluntad del gobierno regional para desarrollar y fomentar el transporte ferroviario convencional, para viajeros y mercancías, dejándolo morir, no cumpliendo los compromisos adquiridos en acuerdos como los del año 2001 y apostando sólo por el AVE que ha supuesto millonarias inversiones públicas y han pedido que tomen ejemplo de otras Comunidades Autónomas como Cataluña, Galicia, Asturias o Andalucía que cuentan con redes regionales de ferrocarril y han renovado sus convenios con Renfe-Operadora.
“Las decisiones sobre las infraestructuras públicas para Castilla-La Mancha deberían responder a satisfacer dos grupos de grandes necesidades. En primer lugar, mejorar la movilidad, objetivo que pueden formularse de la siguiente forma: prestar servicio al mayor número de habitantes y entidades de población, facilitar los desplazamientos regionales y, a la vez, ofrecer unos precios y tiempos de viaje aceptables para la mayoría de los ciudadanos. Y en segundo término, mejorar la economía de Castilla-La Mancha”, dijo Daniel Martínez.
“Ya que los recursos públicos son limitados, consideramos que la Junta de Comunidades debía poner más interés en las líneas de tren convencional que favorecen la vertebración y reducen la movilidad forzada, que el que pone a la hora mantener sus aportaciones para que subsista el único servicio con Barcelona que sale desde el aeropuerto civil de Albacete o para avalar con casi 100 millones para nuevos proyectos en el aeropuerto privado de Ciudad Real, que tienen unos niveles de ocupación y unos costes externos añadidos que los hacen insostenibles y poco útiles para la inmensa mayoría de los ciudadanos”, manifestó finalmente el dirigente de IU en Castilla-La Mancha.