jueves, diciembre 16, 2010

PARA LO QUE SIRVE TENER UNA PAISANA COMO DIPUTADA NACIONAL

“A Guadalupe Martín, le debería de dar vergüenza pronunciar la “O” del nombre de su partido”



Es incuestionable que la reforma laboral es una decisión política de pura derecha, de hecho a estas alturas, aquel que no tenga una venda sobre los ojos verá al PSOE como un partido de derechas más.
Y como representantes de este partido de “derecha moderada” todos aquellos que lo representan y comparten sus directrices políticas son cómplices de los graves ataques a los trabajadores y al conjunto de los españoles en general.
Entre estos representantes se encuentra nuestra flamante diputada nacional y paisana Guadalupe Martín.
Ella, personalmente, libremente y como diputada que es, votó en el congreso a favor de la Reforma Laboral, votó por el recorte de los derechos de los trabajadores.
Voto en contra de tantos e importantes derechos que había ganado la clase trabajadora durante años con la llegada de la democracia. Esos derechos que tanto sudor, sangre, palos, carreras e incluso prisión tuvieron que sacrificar muchos españoles, algunos sindicalistas, otros simplemente trabajadores.
¿Con que cara mira hoy Guadalupe Martín a los trabajadores de Mocejón cuando muchos estos han visto recortados sus derechos a mantener un trabajo de forma digna, de obtener una indemnización justa por despido o de ser tratados como se merecen por sus patrones?
Es muy distinto ser uno más, un trabajador, a ser diputada nacional y cobrar un sueldo medio de 5.000€ mensuales y con posibilidad de convertirse vitalicio si repite una legislatura más.
Es muy distinto ser uno más, un trabajador, a ostentar el cargo de vicesecretaria general del PSOE en Castilla-La Mancha.
Es muy distinto ser uno más, un trabajador, a ocupar cualquier puesto político en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, como así fue de Directora de Acción Social y Cooperación Internacional.
Es muy distinto ser uno más, un trabajador, a saber que no te faltará el trabajo porque el partido al que pertenece controla la Administración nacional y regional.
Que distinto lo vería si estuviera en el paro, sin subsidio de desempleo, siendo incapaz de encontrar trabajo y no siendo tan “reconocida” en el PSOE, ese partido político que hace mucho tiempo dejó de ser de izquierdas y representar a los trabajadores.
Que distinto sería si no pudiera coger el coche porque no hay para pagar la gasolina, si no pudiera dar la luz porque la compañía eléctrica se la hubiera cortado, y yéndose a comer a casa de otros como hacen algunos mocejoneros, a la de sus padres normalmente, porque cuando el mes avanza ya no hay ni para comer. Que distinto sería si no pudiera encender la calefacción este invierno y tuviera que arroparse con una manta mientras viera la televisión, o tener que encender una estufa eléctrica mientras se baña a unos niños pequeños y al salir del baño tiritaran helados de frío, o levantarse estos para ir al colegio y vestirse con un rayo para no coger frío.
Esto pasa hoy, y no pasa a miles de kilómetros, pasa en Mocejón.
En ese caso, ¿hubiera votado lo mismo?
A esto hemos llegado con el PSOE. En esto se ha convertido la ilusión de la democracia española que con tanta esperanza y sueños la recibimos.


Pero como dijo el compañero y camarada Marcelino Camacho,

“Ni nos doblegaran, ni nos domaran, ni nos domesticaran"